La luz solar es un componente importante para el metabolismo humano; esto debido a que la radiación ultravioleta (UV), proveniente del sol, estimula el sistema inmunitario y produce vitamina D, la que a su vez se encarga de la absorción de calcio, elemento fundamental para los huesos. Así sucede cuando el cuerpo humano recibe pequeñas cantidades de rayos UV, pero ¿qué ocurre cuándo la radiación sobrepasa los límites aceptables?
Durante los últimos años, los niveles de radiación han incrementado a niveles nunca pensados y, aunque, la población entera lo padece, son los niños uno de los grupos más vulnerables que se ven afectados frente a las fuertes olas de calor y son, además, los que requieren mayor atención de nuestra parte. Por eso, en el siguiente artículo te contamos cómo proteger a tus niños del calor.
Estar pendientes en todo momento de los niños no es tarea fácil, sus ganas de explorar el mundo, jugar y hacer amigos los puede llevar a situaciones de riesgo, sobre todo si se encuentran largas horas del día expuestos al sol. Por eso, te damos algunos consejos útiles para ayudar a los pequeños del hogar a sobre llevar el intenso calor en esta temporada del año.
¿Cómo proteger a tus niños del calor?
- Hidratación suficiente. No se debe esperar a que el menor pida una bebida refrescante, es mejor que él cuente con una botella de agua a su alcance. Así, el niño podrá administrar la cantidad adecuada para su organismo. Sin embargo, sabemos que no todos los menores pueden cuidar de sí mismos, por eso con relación a niños de menos de un año, que no pueden verbalizar lo que necesitan, es recomendable que las madres lactantes ofrezcan la leche materna de manera más frecuente de lo habitual. Así el bebé podrá permanecer correctamente hidratado. Si, por otro lado, el bebé se alimenta de leche artificial, debe tener la misma consideración señalada, es decir ofrecimiento frecuente de la leche, y respecto a la cantidad de agua que suele usar para cada biberón, recuerde no es necesario variarla. Estará bien con la medida habitual.
- Regular los horarios de ejercicio. Si el menor suele realizar actividades lúdicas o tiene una rutina de ejercicio es mejor que estas se lleven a cabo antes de las 11 o después de las 18 horas para evitar la sobreexposición al sol. Recuerde que pasada la 11 de la mañana la radiación es considerablemente mayor, por lo que los efectos suelen ser mucho más perjudiciales.
- Usar ropa adecuada. El uso de prendas cómodas y holgadas le permitirá al niño percibir una sensación corporal más fresca sobre todo si considera vestirlo con colores claros que no atraigan los rayos UV. En esa misma línea, recuerde que no solo el cuerpo debe ser protegido, sino también la cabeza, por eso se recomienda usar sombreros, de preferencia, de ala ancha que puedan cubrir, además, las orejas y parte del rostro. Otro objeto indispensable son los lentes o gafas de sol, con ello evitará la irritación ocular. En relación con los bebés, considere no abrigarlos en demasía al dormir. Los tipos de telas recomendables para ellos en esas noches calurosas son prendas de algodón o de lino.
- Lugares frescos. Si tiene que realizar diligencias con su menor hijo, busque siempre transitar por caminos con sombras o zonas con vegetación como parques o casas con árboles grandes. Por el contrario, si estará en casa todo el día, ocupe su hogar con ventiladores, cree ambientes frescos, abra las ventanas, pero evite que el sol ingrese directamente a la casa.
- Uso de autos o buses. Si se va a transportar de un lugar a otro en un vehículo es preferible que las ventanas estén abiertas y que no se mantenga a los niños por mucho tiempo en el auto. Tenga en cuenta que no debe dejar al menor por tiempos prolongados en el auto, de ser así puede sufrir golpes de calor.
- Protección solar. Si bien el uso de bloqueador es favorable para el ser humano, debe considerarse el factor de protección solar (FPS) 50, así como el tipo de piel donde se aplicará. Tenga en cuenta, además, que el bloqueador debe aplicarse por todo el cuerpo 20 minutos antes de la exposición al sol. Y, finalmente, recuerde que los bloqueadores solo pueden usarse a partir de los 6 meses de vida en adelante, debido a la piel delicada de los bebés.
Toma en cuenta los consejos brindados y disfrute de un verano sin preocupaciones.
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